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Es importante estudiar la contaminación de las aguas subterráneas: María Aurora Armienta

22 de septiembre del 2023.

Durante su conferencia Descubriendo los caminos del agua desde el laboratorio y en el campo, la Dra. María Aurora Armienta Hernández compartió sus experiencias científicas en torno a sus investigaciones y publicaciones especializadas en el tema del agua. La actividad fue organizada por El Colegio de Sinaloa en el Museo Regional del Valle del Fuerte, el viernes 22 de septiembre del presente año y en coordinación con la Secretaría de las Mujeres, donde estuvo presente la Dra. María Teresa Guerra, titular de este organismo. 

En principio, María Aurora Armienta narró cómo se formó el laboratorio de Química Analítica en la UNAM, donde ella comenzó sus investigaciones y donde posteriormente fue apoyada para una estancia en Waterloo, Canadá, en la universidad especializada en este tipo de acuíferos. La Dra. Armienta precisó que, si bien en Sinaloa no dependemos del agua subterránea, más del 60 por ciento del país sí obtiene el agua potable de esta forma, por lo que debe darse seguimiento a estos estudios.

La investigadora explicó cómo llegó a estudiar la presencia de metales pesados; pues la problemática es que en las aguas superficiales sí se puede ver la contaminación, pero en el agua subterránea, no. Por lo que se tiene que hacer un análisis para ver por dónde fluye el agua. En el primer estudio al que fue invitada fue en la ciudad de León, por la contaminación de la industria zapatera que utiliza el cromo en el cultivo de pieles. Fue la Conagua el organismo que quería indagar de dónde venía el cromo. “Si bien el cromo3 es esencial para el metabolismo de la glucosa, el cromo6 es tóxico, causando problemas en la piel en el hígado, cáncer de pulmón entre otros”, añadió la Dra. Armienta.

Se tuvo que analizar la parte geológica de León para ver si incidía en la contaminación, “por lo que al excavar encontramos rocas que de forma natural aportan agua con presencia de cromo6”. Por su parte, la curtiduría de pieles usa el cromo y también encontraron que en la fabricación de ladrillos se usaban los residuos del cuero que contenían cromo, además de que utilizaban el residuo del cromo6 quemado como abono sin saber que era tóxico.    

María Aurora Armienta relató que las fábricas apoyaron para hacer perforaciones alrededor de estas áreas y se identificó en los residuos de amarillo de cromo, las bolsas que lo contenían se rompían y cuando llovía el cromo se filtraba al subsuelo. Argumentó que había un cierto control porque se extraía el agua y eso hacía que no se esparciera más la contaminación, pero, aunque la población no bebía el agua porque estaba amarilla, en vacaciones la gente se bañaba con agua que contenía esos residuos, por lo que posteriormente se evitó esta práctica.

En otra investigación, fue invitada para analizar el agua de Zimapán, Hidalgo, pues se presumía la contaminación por arsénico, encontrando una cantidad excesiva en ese lugar donde aún ella y su equipo continúan trabajando. La Dra. Armienta dijo que el arsénico provoca afectaciones en la piel, pues este elemento no se ve. En México es abundante, sobre todo en Durango su presencia provoca aguas tóxicas, pies negros —los casos de Bangladesh y Argentina son de los más citados a nivel mundial—. Añadió que por tomar por largo tiempo el agua contaminada con arsénico se incrementa la prevalencia de diabetes, manchas oscuras de la piel, cáncer, entre otros.

Asimismo, la Dra. Armienta citó sus investigaciones como parte del Comité Científico Asesor en torno al volcán Popocatépetl, así como en el volcán Chichón, en el estado de Chiapas —del cual mucha gente ignoraba que aún es un volcán activo—. Por experiencia en estos campos también ha estado realizando estancias de investigación en Hawái, Japón, entre otros países. 

Al final, en la sesión de preguntas se cuestionó el estado de la contaminación de las aguas en Sinaloa, a lo que la Dra. Armienta explicó que ella ha realizado algunos estudios con el Dr. Federico Páez sobre todo en aguas superficiales. Reconoció que hacen falta estudios en un mayor número de zonas, estudiar los pozos, entre otros.    

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