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Hay que pensar en español con audacia y con rigor: Jaime Labastida

25 de septiembre de 2023.

Para estudiar en serio hay que poner obstáculos para que sean superados, lejos de facilitar las cosas, hay que crear problemas para que sean resueltos, así inició su conferencia el doctor Jaime Labastida —poeta, filósofo y miembro de El Colegio de Sinaloa— con el tema: Pensar en español, el viernes 22 de septiembre del año en curso, en el Centro de Innovación y Educación de Los Mochis, y dentro de los festejos de su 15 Aniversario.

Jaime Labastida exhortó al público a cuestionarse ¿qué régimen de pensamiento nos impone nuestra lengua? ¿Se puede hacer filosofía en todas las lenguas? ¿Hay lenguas que sean por sí solas filosóficas?

Para responder a estas preguntas, Labastida subrayó que “la lengua que llamamos materna es en realidad nuestra lengua matriz, porque es la lengua en la que creamos conceptos”, de ahí que recupera la presencia del verbo ser en el español y lo que expresa Émile Benveniste al respecto, quien señala que esta presencia del verbo ser predisponía a la lengua griega al desarrollo de la metafísica, condición —que poseen todas las lenguas indoeuropeas— necesaria pero no suficiente, indicó Labastida, ya que para que se filosofe en una lengua determinada hacen falta otras condiciones además de las lingüísticas, que supone el lingüista francés.

Labastida expresó que el español posee dos verbos que la predispone a filosofar: los verbos ser y estar. “A pesar de esta predisposición —necesaria pero no suficiente— es preciso reconocer que la lengua española no ha conocido un desarrollo bastante del pensar filosófico; que no disponemos de un sistema de pensamiento propio”, como lo tienen el idealismo alemán, el empirismo inglés o el racionalismo francés, afirmó. Por lo que se cuestionó ¿qué sucede?

A pesar de que el español conoce un desarrollo amplio de poesía, teatro y narrativa, incluso de teología, sólo en los últimos decenios conoce filosofía propia. El poeta determinó como filosofía propia al pensamiento radical, original y auténtico, no importa sus temas sino su método. Complementó que una filosofía radical no es la que se cree original sólo por tratar temas nacionales, como el llamado ser del mexicano, sino que la filosofía es por naturaleza de orden universal.

Asimismo, Jaime Labastida señaló que la filosofía trata con palabras y éstas no son únicamente signos fónicos y gráficos, también son señales, tienen significado, aluden y piensan, hay un campo semántico que cada palabra cubre en su propia lengua; añadió que “el sistema de cada lengua impone un régimen determinado de pensamiento”, entonces ¿pensar en español?, argumentó que de eso se trata, pensar en la lengua propia.

Posteriormente, Labastida reflexionó: ¿en español se puede hacer filosofía rigurosa? o, por el contrario, ¿la lengua española es incapaz para hacer filosofía?

“El pensar filosófico traduce en diversos grados la terminología técnica de las lenguas madres en las que nació el griego y el latín; el trabajo filosófico es una larga cadena de procesos de intraducibilidad y de esfuerzos para crear campos semánticos inéditos, que toda filosofía es creativa, una lucha con las palabras”, enfatizó el filósofo.

Por lo que el Dr. Jaime Labastida argumentó que se puede y se debe pensar en español, lengua a la que se debe de considerar lengua matriz, es decir, la lengua que concibe palabras que se semantizan de manera creadora. En México se destacan libros que, aunque pocos, obligan a suponer que la filosofía ha adquirido ya carácter y nivel profesionales como El pensamiento mexicano en los siglos XVI y XVII de José Ma. Gallegos Rocafull; y La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes de Miguel León-Portilla; y Filosofía en la praxis de Adolfo Sánchez Vázquez, entre otros.

Jaime Labastida concluyó que no es inocente elegir la lengua en la que se escribe y que la filosofía se desarrolla con ímpetu sólo cuando se escribe en la lengua matriz, esto ha sucedido y ya sucede en México, dijo, “hay que pensar en español con audacia y con rigor”.

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