02 de mayo de 2022.
El Seminario la Religión y los Jesuitas en el Noroeste Novohispano culminó en una tercera y última sesión, con la participación de los académicos: Dr. Robert Jackson, Lic. Salvador Martínez, Dr. Marcelo Ramírez y Dr. Miguel Vallebueno. La transmisión fue el viernes 29 de abril del presente año, por el canal de YouTube institucional.
La actividad organizada por El Colegio de Sinaloa en su edición 25ª, tiene el objetivo de sumar a los estudios de la zona noroeste del país en el contexto novohispano.
El Demonio del Jesuita: El Chuchumbé, las órdenes religiosas, la esclavitud y la política racial en Veracruz. Siglo XVIII: Dr. Robert Howard Jackson.
El Dr. Robert Jackson explicó cómo conoció la canción El Chuchumbé, melodía satírica que fue la primera en ser prohibida por la Inquisición en la Nueva España. Agregó su interés por el origen de la canción, ya que es una percepción popular de cómo pensaba el pueblo respecto a las órdenes religiosas, “haciendo crítica de la moralidad o la falta de moralidad de los miembros de las órdenes religiosas”, expresó el investigador. Además, indicó que fue en 1766 —un año después de la expulsión de los jesuitas— cuando fue reportada a la Inquisición.
Por otra parte, Robert Jackson mostró una lista de sacerdotes y hermanos nacidos en Veracruz, donde resaltó que algunos jesuitas que venían de regiones como La Habana, con poblaciones de color y de esclavos muy grandes, llegaban a una sociedad donde las élites más o menos blancas tenían relaciones de poder con la gente de color, además de que usaban a las mujeres de color para su placer sexual. Comentó el historiador que en esa sociedad crecieron algunos de los misioneros que se unirían a la Compañía de Jesús. El Dr. Jackson concluyó que “es muy interesante que muchos de los jesuitas que estaban en Veracruz en esos momentos venían de esa misma sociedad dominada por una pequeña élite blanco y con una población de color muy grande, donde existían relaciones de poder desiguales”.
Destacó que, aunque no hay como tal prueba de esos abusos, se tiene como testigo a la canción El Chuchumbé que refleja un punto de vista popular de las órdenes religiosas en los años de 1970, que a pesar de los votos de castidad existió esta creencia que los misioneros tenían relaciones sexuales.
Las haciendas Jesuítico-ludovicenses: Lic. Salvador Arturo Martínez Hernández.
En su participación, Salvador Martínez explicó que el término ludovicenses es el gentilicio de las personas que habitan en San Luis de la Paz, municipio del estado de Guanajuato; señaló que su trabajo se centra en la Compañía de Jesús, así como en la minería en esta región. Encontró una idea recurrente en algunas fuentes bibliográficas, esta indica que los jesuitas al llegar a este lugar construyeron unos hornos de beneficio, dedicándose así a la minería. El Lic. Martínez resaltó este aspecto como interesante debido a que la Compañía se reconoce más por su actividad evangelizadora y de aculturación, y por sus haciendas del tipo agropecuarias.
Expresó que la misión jesuita en San Luis de la Paz inició hacia 1594 con los padres Francisco Zarfate y Diego de Monsalve. “El Colegio de San Luis —en este instante la misión— irá adquiriendo propiedades que lo van a poner en un conflicto normativo al interior de la Compañía, porque una misión no podía tener propiedades”, dijo el investigador, razón por la cual se solicita el cambio de jerarquía de misión a residencia. A su vez, mostró una imagen de lo que localmente se conoce como los hornos jesuitas, es decir, una hacienda de beneficio. Mencionó que se consideraba que estos hornos fueron edificados por la Compañía para beneficiar los metales preciosos del Real de Minas del Palmar de Vega.
A manera de conclusión, Salvador Martínez comentó que la Compañía sí adquirió algunas haciendas en la segunda mitad del siglo XVII, sin embargo, la actividad principal de éstas era la producción de ganado y granos, por lo que expresó que no ha sido posible comprobar una relación directa entre los jesuitas y la actividad minera en San Luis de la Paz.
Las estrategias imperiales en la frontera según los mapas de Francisco Álvarez Barreiro (1726-27): Dr. Marcelo Ramírez.
El Dr. Marcelo Ramírez explicó que ha combinado el análisis de la cartografía jesuítica con la cartografía de los militares, debido a que la región del noroeste produjo documentos cartográficos y diarios de exploraciones. Asimismo, expresó que la cartografía de Francisco Álvarez Barreiro del norte de México corresponde a seis mapas; además, señaló como parte de su análisis si el Ing. Álvarez Barreiro consultó los mapas y diarios de expediciones realizados por los padres jesuitas Eusebio Kino y Adam Gilg, así como cuáles fueron las estrategias imperiales para el dominio y colonización de la frontera Septentrional de Nueva España.
Mencionó que “el pueblo de indios como estrategia de colonización va de la mano, junta evangelización y civilización como si fueran empresas conjuntas”. Asimismo, retomó las palabras de un geógrafo francés, el cual decía que toda delimitación del espacio es un acto de fuerza y poder; es decir, no son divisiones únicamente administrativas, sino de una lógica de espacio y poder, por lo que estas representaciones permiten apreciar a la frontera más cerca del dramatismo de las guerras imperiales, expresó el investigador.
Marcelo Ramírez comentó que en su labor como historiador para entender mejor un mapa —cómo fue hecho y cómo poderlo entender— lo rehace por completo para poder apreciar, en este caso, las provincias. Concluyó que en estos análisis cartográficos se demostró la enorme calidad cartográfica de los jesuitas, especialmente de Adam Gilg y de Eusebio Francisco Kino, de manera particular el publicado en 1705 considerado el parteaguas cartográfico, ya que demuestra la peninsularidad de la California.
Culto y devoción en el obispado de Durango durante la administración del obispo Pedro Tamarón y Romeral 1759-1768: Dr. Miguel Vallebueno Garcinava.
Para terminar la última sesión del Seminario, el Dr. Miguel Vallebueno habló de la llegada de los primeros franciscanos y jesuitas al territorio del Septentrión Novohispano, estos misioneros establecieron una serie de devocionarios que empataban directamente con las directrices establecidas en el Concilio de Trento, así como con sus intereses particulares como órdenes religiosas o con los intereses de la monarquía hispánica. Señaló que, para llevar a cabo esta conquista espiritual, las órdenes religiosas de jesuitas y franciscanos —al igual que los clérigos seculares— establecieron devociones religiosas hacia Cristo, la virgen y los santos.
El historiador mostró algunas imágenes religiosas, en particular indicó que las primeras en llegar a este territorio fueron los cristos de pasta de caña y que aún se conservan en el obispado de Durango. Asimismo, explicó que la Virgen María fue una figura religiosa con una enorme veneración por los primeros misioneros, mencionó a la Virgen de Loreto, la Virgen del Refugio, la Candelaria, como algunos ejemplos.
No obstante, concluyó que en el siglo XVIII cambió el devocionario, especialmente a raíz del obispo Pedro Tamarón y que son devociones locales o regionales de las antiguas órdenes religiosas las que toman ese lugar en vez de la Guadalupana.
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