19 de febrero de 2024.
Como parte de sus actividades como miembro de El Colegio de Sinaloa, el escritor y filósofo Jaime Labastida presentó su libro más reciente Principios de Ética social. Breve antología comentada en el auditorio de la Escuela Normal de Sinaloa, que congregó a estudiantes y profesores de la institución, así como a las autoridades encabezadas por su director, el profesor Miguel Chávez Pérez, el viernes 16 de febrero del año en curso. También asistieron los miembros colegiados, Roberto Blancarte y Élmer Mendoza.
Correspondió a Marielisa Barraza —alumna de la Escuela Normal— iniciar con los comentarios de esta obra, señalando que la lectura del libro la llevó a establecer un viaje con los filósofos a través del tiempo: “el doctor Labastida nos deja enseñanzas que cada filósofo fue fomentando en la cultura de cada época. Es un libro que nos puede dejar muchas cosas positivas, tiene mucho valor; especialmente para nosotros que como futuros docentes trabajaremos con personas, y trabajar con personas es complejo por lo que el libro aporta herramientas para que los ciudadanos aspiren a un futuro mejor”. En su intervención solicitó al Dr. Labastida algunos autores contemporáneos que también los apoye en el desarrollo de una formación ética.
En su participación, el profesor Valentín Félix Salazar agradeció la pertinencia de incluir pasajes y textos seleccionados en el libro, pues la ética ha tenido como aspiración el de formar a la persona humana con una serie de principios que norme la conducta de la comunidad de su tiempo. En su opinión, la ética social implica formar buenas personas con pensamiento crítico que en la actualidad está a la baja, por lo que es importante que en la Escuela Normal se socialice la obra entre los estudiantes para ayudar en la formación del pensamiento filosófico, de ahí que se permitió leer el cierre del libro, en palabras de Labastida: “Ningún filósofo ha desarrollado todavía la ética del siglo XXI, la ética con la cauda de valores que el mundo contemporáneo exige. Los textos que aquí se ofrecen acaso puedan servir de base para su elaboración. Nada hay prescrito, salvo la ley y el derecho”.
Por su parte, Jaime Labastida se mostró gratamente sorprendido porque los alumnos de la Normal lo recibieron con lectura en voz alta de breves fragmentos de su obra, asimismo, compartió la importancia de que la Escuela Normal de Sinaloa fuera la primera institución en la que se presentara este libro. Agregó que la antología fue originalmente pensada como un ejemplar que sirviera para uso de los maestros mexicanos; no obstante, “creo que este texto vale no sólo para los maestros, sino también para el lector en general. Por eso decidí publicarlo”.
En su participación, Labastida argumentó que este libro, editado por El Colegio de Sinaloa, recupera el pensamiento de grandes pensadores, es una invitación para que acudan a leer la obra de estos filósofos, por lo que no sustituye la lectura directa de estos autores. Explicó que Principios de Ética social incluye obra de Sócrates, Platón, Aristóteles, Séneca, Thomas Hobbes, Kant, Hegel, Sartre y a pensadores que configuran la ética de los siglos XX y XXI como Moore, Rorty, Rawls, Habermas, Camps y Arendt, pero también hay ausencias y citó de ejemplo a Luis Villoro, así como Agustín de Hipona y Tomás de Aquino. Además, dijo que consideró oportuno reunir fragmentos del pensamiento prehispánico con los Huehuehtlahtolli, así como una selección del pensamiento de Confucio.
El miembro de El Colegio de Sinaloa añadió que sería con Maquiavelo cuando la política se escinde de la ética en el ejercicio del poder. En cambio, en la época Clásica la ética debía ser social, pues en Grecia formaba parte de la política; era una disciplina arquitectónica. Agregó que esta concepción prevaleció hasta que con Maquiavelo se relacionó con “obtener el poder a costa de lo que sea”.
Durante la presentación también se abordó la ética en el mundo contemporáneo, por lo que Labastida reflexionó sobre el tema de que vivimos en un mundo cada vez más globalizado y —de acuerdo a los descubrimientos de la física cuántica— en una etapa infinita de este universo; en estas condiciones es posible considerar una ética de carácter global, recogiendo el carácter de libertad —tal como pensaba Baruch Spinoza: “Lo fundamental es la búsqueda de la libertad”—, y en consonancia con el humanismo de Sartre ya que “al elegir, elijo al hombre”.
Entre sus consideraciones finales, Jaime Labastida expresó que siempre hay opciones de elegir, pues el hombre es un núcleo de libertad pura y agregó que “México se puede elegir de otra manera, pues no es su pasado”.
Al final, el escritor respondió algunas preguntas y reflexiones, además de firmar ejemplares del libro.