9 de julio 2021
Para continuar con las actividades del ciclo Diálogos en El Colegio de Sinaloa e indagar en los orígenes del beisbol —deporte importante para la región— el destacado historiador de deporte, Guillermo Gastélum brindó la conferencia Historia del beisbol: su origen y evolución en el noroeste de México, el viernes 9 de julio, a través de las plataformas digitales institucionales.
Su pasión por el beisbol se dio a partir de la temporada de 1971-72, en la que Guasave ganó frente a Culiacán, en su único campeonato como vencedores, agregó. A partir de ese momento, Guillermo Gastélum comentó que trató de saber más sobre este deporte: “desgraciadamente no hay mucha documentación soporte sobre los orígenes de nuestro beisbol en México, en esta región. No tenemos una fuente fidedigna, unos dicen que pudo haber sido en Guaymas, en Matamoros o en Tampico”. Pero si algo es certero, añadió el historiador, es la pugna que se suscitó entre los equipos de Mazatlán y Culiacán.
Mencionó que la primera liga profesional en México fue la Liga Mexicana de 1925 y que para 1937 cuando ya comenzaron a llevarse estadísticas para la Liga Mexicana de Verano, empezó a crecer y se salió de la zona capitalina.
A su vez, en 1943 el gobernador de Sonora, Abelardo L. Rodríguez gestionó la primera liga profesional en el noroeste de México, realizada en 1944. Asimismo, dijo que “estos fueron los preámbulos de cómo empezó el beisbol profesional en el noroeste”.
De la misma manera, indicó que fue gracias a Teodoro Mariscal —quien por ese entonces recorría el noroeste del país y organizaba partidos de beisbol— y a Antonio Zazueta Villa —conocido como Pachuco Villa— que el beisbol en el norte de México empezó a verse una calidad en los peloteros que estaban actuando, así como una mayor organización. A ellos se les sumó Enrique Peña Bátiz y Alfonso Zaragoza para organizar la Liga de la Costa del Pacífico en 1945. Gastélum agregó que en esa temporada participaron los equipos de los Venados de Mazatlán, los Ostioneros de Guaymas, y en ese entonces los Presidentes o Queliteros de Hermosillo y los Tacuarineros de Culiacán.
Posteriormente, se unieron los equipos de Ciudad Obregón y de Navojoa. “Desgraciadamente fue una liga que se adelantó a su época, venían peloteros extraordinarios, pero en ese entonces los estadios de beisbol eran pequeños y no había la mercadotecnia actual. Dependían de la asistencia a los estadios y realmente no les alcanzaba para todos los gastos que se originaban en la temporada”, explicó.
Guillermo Gastélum comentó que actualmente “la tendencia es que los deportes ya dejaron de ser deportes, en el sentido estricto de la palabra, ya es un negocio en el que hay mucho dinero invertido”.
También explicó que entre los años de 1958 y 1959 se creó la Liga Invernal de Sonora que buscaban crear un espacio para que peloteros oriundos tuvieran la oportunidad de enfrentarse a peloteros de mayor jerarquía. A esta liga, en los años 60s, se le unieron los equipos de Mazatlán y Culiacán, cambiando a Liga Invernal de Sonora-Sinaloa, así hasta la temporada 1969-70. Destacó que en 1970 al ser aceptada en la Confederación del Caribe —por gestiones de Horacio López— se le cambió el nombre a Liga Mexicana del Pacífico.
Ante el panorama actual de este deporte, el historiador concluye que el beisbol siempre fue un juego en el que entraba la corazonada y el conocer al bateador, al corredor y a quién estaba de jardineros; algo que un sistema de computación no puede determinar. En otras palabras, es jugar con las situaciones del mismo juego.