25 de junio de 2024.
Con un acercamiento a la lectura de grandes poetas como Luis de Góngora y Francisco de Quevedo, el Dr. Jaime Labastida —miembro de El Colegio de Sinaloa— ofreció una Lección de poesía, el jueves 20 de junio del presente año, en el Centro de Vinculación y Desarrollo Regional del Instituto Politécnico Nacional, Unidad Los Mochis.
Jaime Labastida expresó que “estamos hechos de palabras”, es decir, lo que nos define como humanos es la palabra, agregó que Aristóteles define al hombre como el ser que habla, el ser que tiene logos. Por lo que mencionó que una de las mejores maneras de adquirir el buen uso de la palabra es la lectura.
En primera instancia, analizó un fragmento de la Fábula de Polifemo y Galatea de Góngora, a quien se le consideraba la cumbre de la poesía barroca del Siglo de Oro; no obstante, al igual que sor Juana Inés de la Cruz, fue reconocido hasta principios del siglo XX, debido a que era un poeta muy complejo y rebuscado que nadie lo podía leer.
Después del primer ejercicio de análisis, Jaime Labastida enfatizó en que “por eso es importante la poesía, finalmente es un deslumbramiento”, dicho de otro modo, luego de captar el sentido de la poesía, viene una especie de asombramiento, “a medida que se penetra en el sentido, es bello”, mencionó.
Posteriormente, abordó un fragmento de las Soledades del mismo autor y también desentramó algunos poemas de Francisco de Quevedo y recordó que, a diferencia de Góngora y su corriente del culteranismo, Quevedo se enfocaba en el sentido, siendo su corriente la del conceptismo: “hay un contraste entre la profundidad de la poesía de Quevedo y la superficialidad de la poesía de Góngora, ambas muy complejas”, argumentó el poeta.
Jaime Labastida retomó un verso del poema Desde la torre de Quevedo: “y escucho con mis ojos a los muertos”, para expresar que no hay mejor descripción de lo que es la lectura, escuchar con los ojos, vivir en conversación con los difuntos.
La charla que lleva por nombre Lección de poesía, no puede ser como tal una lección de poesía, ya que la poesía no se enseña, destacó Jaime Labastida y señaló que lo que se enseña es a leerla, desentrañarla, que está compuesta de versos de distintas sílabas, pero no se puede enseñar a hacer poesía.
Al final de su participación, el poeta regaló algunos libros de su autoría a los clubes de lectura de la ciudad de Los Mochis.
Cabe mencionar que la actividad fue coordinada con el Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Los Mochis, y el Centro de Vinculación y Desarrollo Regional del IPN, Unidad Los Mochis.