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Fue durante el período gubernamental del licenciado Francisco Labastida Ochoa cuando surgió la idea, hecha propósito de integrar los esfuerzos, talento y espíritu de entrega de un grupo de sinaloenses destacados en la ciencia, el arte y la vocación humanística, en una representación conjunta y coordinada con el fin de apoyar al fomento cultural en nuestro Estado.

Es en éste sentido que El 30 de noviembre de 1991, se constituyó legalmente El Colegio de Sinaloa. En el decreto que formalizó su creación quedó definido que esta institución, funcionaría como organismo descentralizado del poder Ejecutivo Estatal, con personalidad jurídica y patrimonio propios para difundir entre la sociedad sinaloense lo más avanzado, relevante y actualizado del saber universal, del conocimiento científico, las innovaciones tecnológicas y las bellas artes, así como de las diversas manifestaciones culturales con absoluta libertad de expresión.

Como requisito insoslayable, la membresía del naciente Consejo Colegiado estuvo compuesta por ciudadanos sinaloenses, para cuya designación medió una razonada consideración de su capacidad creativa y las aportaciones por ellos realizadas, así como su esfuerzo innovador en los diversos campos de la ciencia, la literatura y el arte. En tales términos y en orden alfabético, dicho Consejo estuvo formado por: Hugo Aréchiga Urtusuástegui, José Luis Ceceña Gámez, Raúl Cervantes Ahumada, José Ángel Espinoza Aragón, José Gaxiola López, Antonio Haas Espinosa de los Monteros, Jesús Kumate Rodríguez, Jaime Labastida Ochoa, Antonio López Sáenz y Jaime Martuscelli Quintana.

Al tiempo que se realizaron las primeras actividades, el Consejo Colegiado enfocó la creación del lema institucional; y en junta celebrada el 7 de noviembre de 1992, se aprobó la propuesta de Raúl Cervantes Ahumada, consistente en los conceptos de “Trabajo, Arte, Ciencia”, como enunciado emblemático.

Como un acto trascendental en la vida cultural de la entidad fue la toma de posesión del edificio sede de El Colegio de Sinaloa, el 11 de diciembre de 1992. Finca que data de principios del siglo XX, la cual fue cuidadosamente remodelada y adaptada y que, arquitectónicamente responde a la fisionomía de esa época. Se ubica en el número 435 de la calle General Antonio Rosales al poniente, Centro Histórico de la ciudad de Culiacán, Sinaloa.

La imagen del recinto oficial se multiplica en el escudo institucional que semeja la fachada del edificio y cuya adopción, como logo-símbolo, correspondió a una propuesta del artista plástico y miembro de Colegiado Antonio López Sáenz, en 1993.

Ser un organismo promotor de las actividades creativas, ya sea en las artes y en la ciencia, servir a la extensión académica de instituciones científicas y culturales, estatales y nacionales, buscando alcanzar con sus programas la actualización del personal docente, profesional y artístico del estado.

Ser un promotor de la investigación cultural, científica y tecnológica del estado, así también rescatar los valores de la sociedad y diseminarlos en la misma, a través de mecanismos de intercambio y colaboración entre personalidades e instituciones.

Funcionar como organismo de beneficio educativo de nivel posgrado sin fines lucrativos a nivel estatal, buscando a través del esfuerzo institucional la consolidación de programas que constituyan una alternativa de educación continua de la más alta calidad a nivel post-profesional y de fomento a la creatividad.

Consolidar la estructura académica, cultural y de investigación en el estado, promover la investigación multidisciplinaria y la formación de investigadores y creadores estatales.

El Colegio de Sinaloa se constituye por Decreto del Ejecutivo Estatal el 30 de noviembre de 1991, como un Organismo Descentralizado del Poder Ejecutivo Estatal con personalidad jurídica y patrimonio propio, con domicilio en calle General Antonio Rosales 435 poniente, en la ciudad de Culiacán Rosales, Sinaloa.

El objetivo de su constitución es la difusión entre la sociedad sinaloense, con absoluta libertad de expresión de lo más avanzado, relevante y actualizado del saber universal del conocimiento científico, de las innovaciones tecnológicas, de las bellas artes, así como de las diversas manifestaciones artísticas.

Dinamizar e impulsar los estudios de posgrado, así como cursos de nivel post-profesional para coadyuvar en la actualización docente, cultural y profesional de los sinaloenses.