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No es malo adoptar otras maneras de comer, lo preocupante es olvidarnos de nuestra gastronomía: Delia Moraila

05 de noviembre de 2021

Para mostrar la historia, elementos culinarios y la evolución de la gastronomía del estado, la Mtra. Delia Moraila Moya —directora del Instituto de Ciencias y Artes Gastronómicas— fue la invitada del ciclo Diálogos en El Colegio de Sinaloa, quien se encargó de hacer un viaje a través del tiempo y de dar un recorrido a lo largo y ancho del estado con el tema sobre El patrimonio gastronómico de Sinaloa, el viernes 5 de noviembre del año en curso, a través de plataformas digitales institucionales.

Delia Moraila inició su exposición con la pregunta: ¿qué comían hace 500 años los habitantes de Sinaloa? Esto le sirvió como punto de partida para detallar dónde vivían los antiguos pobladores, cómo estaban divididos o qué alimentos son los que usaron y que se conservan actualmente. Señaló que Sinaloa es un estado rico, ya que desde la existencia de las culturas prehispánicas se puede gozar no sólo de los mariscos y pescados de la costa, sino también de un valle con tierra fértil, de una amplia cantidad de productos que proporcionaron una alimentación variada y nutritiva.

También documentó la raíz e influencia indígena, las aportaciones al mestizaje no sólo social y cultural de la época de la Conquista española, sino cómo llegaron diversas influencias posteriores a conformar lo que hoy es la rica gastronomía sinaloense.

Por otra parte, hizo un llamado a seguir con las tradiciones; en el caso de la gastronomía, preservar e ir en busca de las texturas y sabores de productos que se han visto alcanzados por la modernidad y la comodidad, tal es el caso de productos como la carne machaca o la tortilla.

Con base en lo anterior, lamentó que como sociedad se pierda el consumo de productos típicos de la región, así como el desinterés de las generaciones actuales para abrir su mesa a productos que han existido desde hace más de 500 años. Por lo que hizo un recuento de comida oriunda sinaloense como: el tixtihuil de Escuinapa; el atole de palma de la zona centro y la región de la sierra; el cutchuvaqui de la zona norte mayo-yoreme; el huicurivaqui y el pozole de quelite, entre otros.

Por otra parte, indicó la influencia que han tenido las culturas extranjeras, tales como la griega, japonesa, china, americana o alemana a las que llamó la nueva gastronomía. En este punto, externó preocupación por la preferencia de la sociedad a este tipo de productos y platillos e hizo una invitación —sobre todo a los jóvenes— para abrir sus paladares y disfrutar de la herencia gastronómica de su estado.

Para finalizar, la investigadora cerró su conferencia diciendo: “no es malo adoptar otras técnicas o maneras de comer, lo preocupante es olvidarnos de lo que tenemos y darle la espalda a una gastronomía rica, variada y nutritiva”.

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