6 de mayo 2021.
Como parte del programa académico Ciencia en Directo 2021 que coordina El Colegio de Sinaloa con la Universidad Nacional Autónoma de México, la Dra. Romina Rodríguez Sanoja —investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM— presentó la conferencia: Actividad inmunoestimulante de las micropartículas de almidón, el jueves 6 de mayo, a través de plataformas digitales.
En primer término, la Dra. Romina Rodríguez expuso el trabajo que están realizando en el laboratorio del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. Comentó que su disertación se dividiría en dos partes, la primera sobre activantes inmunoestimulantes, seguido de su trabajo sobre el potencial de las micropartículas de almidón.
La investigadora mencionó la existencia de las vacunas de subnidades, las cuales son creadas a partir de fragmentos de patógenos, a diferencia de las vacunas clásicas basadas en patógenos vivos atenuados o inactivados. Las vacunas de subunidades necesitan tener la presencia de un adyuvantes o un sistema de administración para poder ser vistas por el sistema inmune.
Por lo tanto, una vacuna eficaz consta de dos componentes: un antígeno y un adyuvante. Los adyuvantes son los que ayudan a aumentar la respuesta inmunitaria, mejoran las respuestas inmunitarias en poblaciones de respuestas deficientes y ayudan a reducir la dosis de vacuna.
Señaló que los adyuvantes se descubrieron en 1926 por Alexander Glenny y sus colegas en las sales de aluminio, y desde entonces no ha cesado el uso del aluminio como adyuvante en numerosas vacunas inactivadas.
La Dra. Rodríguez Sanoja habló sobre aprovechar las vías mucosas para el desarrollo de vacunas. Entre las ventajas están su fácil administración y evitar la inyección de vacunas a las personas. Agregó que la administración vía mucosas oral y nasal es una alternativa a las parentenal, ya que permite estimular el sistema inmune a nivel sistemático y local de forma simultánea.
Ante esta alternativa —y para poder estabilizar los antígenos y ralentizar su proceso de degradación por las mucosas— utilizaron la tecnología llamada DFAtag (Dominio de Fijación al Almidón), la cual es una herramienta que permite la purificación y estabilización de proteínas y antígenos recombinantes para su inmovilización sobre micropartículas de almidón en vías de utilizarse para la vacunación a través de mucosas. La Dra. Rodríguez señala que esta tecnología “funciona como un ancla para unir el antígeno a nuestra micropartícula de almidón”.
Mediante sus ensayos de estabilización de la proteína de fusión antígeno-DFA a condiciones simuladas de tracto gastrointestinal, los resultados arrojaron que el uso de proteína soluble dura 10 segundos en degradarse por los jugos gástricos; en cambio, cuando la proteína está inmovilizada permanece alrededor de 30 minutos que duró la prueba.
Indicó que el primer antígeno que probaron fue el fragmento C de la toxina tetánica (TC). En las pruebas realizadas, las conclusiones a las que se llegaron fueron que este sistema (DFAtag) estabiliza la proteína y permite al antígeno llegar hasta los sitios de inducción de respuesta inmune en el intestino, además de favorecer la inducción de anticuerpos específicos contra el antígeno al estar inmovilizados en las partículas de almidón.
Posteriormente, la investigadora habló de un objetivo que se planteó junto a su equipo de investigación: evaluar el potencial inmunoestimulante del sistema en un modelo experimental de tuberculosis pulmonar progresiva (TPP).
Utilizaron dos estrategias de administración de las micropartículas: como refuerzo de la vacuna BCG (bacilo de Calmette-Guérin, vacuna contra la tuberculosis por sus siglas), y co-administrado con la vacuna BCG; con ello, analizaron la supervivencia a la infección, la carga bacteriana en pulmón y la presencia de neumonía. En términos generales, aun cuando los niveles de protección dependen de la cepa utilizada para la infección, en ambas estrategias se observó un efecto inmunoestimulante en vivo.
“Creemos que las micropartículas tienen un efecto de depósito y cuando van cargadas de un antígeno pueden suministrar a las células presentadoras (CPAs), y creemos también que el efecto inmunoestimulante está mediado por la activación del sistema inmune innato (SII), y suponemos que depende tanto de la forma particulada como de la estructura de almidón (ɑ-glucano)”, concluyó la Dra. Romina Rodríguez al término de su exposición.