15 de noviembre de 2023.
En el marco de la 2° Feria Internación del Libro de Culiacán, 2023, El Colegio de Sinaloa fue sede del II Encuentro de Editores Independientes —al igual que en la primera edición de la Feria en comento—, los días 14 y 15 de noviembre del año en curso, en el vestíbulo de esta institución.
La primera mesa se llevó a cabo el martes 14 de noviembre y abordó el tema del Quehacer editorial independiente, con las participaciones de: Cuitláhuac Quiroga, de Tilde Editores; Santiago Matías, de Bonobos; Trinidad Guerrero, del Fondo Editorial de El Colegio de Sinaloa; Sergio H. García, de Ediciones del Olvido; y Claudia Islas, de TS Ediciones. Como moderador estuvo Raúl Quiroz, coordinador de Salas de Lectura del Instituto Sinaloense de Cultura.
En su mensaje, el Mtro. Élmer Mendoza —presidente de este organismo colegiado— expresó que El Colegio de Sinaloa impulsa todo lo que tiene que ver con la educación porque está muy relacionada con la palabra escrita. Señaló que las editoriales independientes aportan mucho y existen en todo el mundo, “es como ese sueño eterno de que la palabra que se escribe no tiene porqué permanecer alejada de la gente y conviene darle una salida”, por lo que felicitó a los editores presentes por sus esfuerzos en este tipo de proyectos.
Respecto a la importancia de la industria editorial independiente, Cuitláhuac Quiroga, de Tilde Editores, detalló que la industria editorial en México está relacionada con el Estado, este último —lo llamó— el mayor obstáculo a sortear para construir rutas de sensibilidad y de lectores; pues considera que para el Estado, la literatura está en un segundo o tercer plano. Para enfrentar lo anterior, exhortó a fortalecer el papel institucional que tienen las editoriales —más allá de las propiamente instituciones del Estado— para así conciliar y conjuntar esfuerzos.
Entre otros aspectos, destacó el papel de las editoriales en la circulación, “las industrias asociadas a las editoriales independientes dan pie, cauce y sensibilidad a la literatura de primer nivel. La verdadera literatura —lo que denomina como literaturas nacionales— está relacionada con las editoriales independientes”, afirmó.
Por su parte, Santiago Macías señaló los distintos tipos de dinámicas que el mecanismo editorial permite para que se lleve a cabo un proyecto independiente; un ejemplo es acercarse a las universidades: “cuando te encuentras cómplices así, se puede formar un catálogo con estas universidades, un acervo para ambas partes. En el caso de Bonobos es lo que nos ha funcionado”, declaró. Asimismo, comentó que en las grandes editoriales “difícilmente van a tener acceso a un poeta, por ejemplo, de Chiapas, sólo lo van a poder encontrar en los catálogos de editoriales independientes”. De ahí la lucha por parte de estas editoriales para que estas voces repercutan más y tengan más eco en el mosaico de la edición en México.
Sergio H. García habló del trabajo de Ediciones del Olvido, siendo una de sus principales dificultades, los presupuestos. Indicó que se han servido de preventas para sacar tirajes cortos. Además, mencionó a la dictaminación como un aspecto importante, puesto que “es bien fácil caer en este asunto de los servicios editoriales; pero nosotros nos hemos arriesgado de que va bajo nuestro propio criterio, responsabilidad y financiamiento”. En este sentido, también resaltó que la mayoría de sus autores son nóveles.
Otro de los quehaceres es el proceso editorial, es decir, desde el momento que se dictamina hasta el momento en que llega a una librería, siga una línea y un concepto, desde el diseño hasta el tipo de papel.
Sobre las ediciones digitales, Claudia Islas compartió su experiencia con los servicios editoriales. Distinguió a un documento PDF de un eBook, “un libro digital (eBook) lleva un trabajo incluso de programación, hay que adaptarlo y hacerlo accesible a los diferentes formatos y dispositivos”. También, dijo que a este tipo de libros se les puede dar un valor agregado como videos o color. “Así nace TS Ediciones, podemos hacer de un libro que ya está publicado, una adaptación o una nueva edición y colocarlo digitalmente” en canales como Amazon, aclaró.
Mencionó que “con estas nuevas tendencias se vuelve un poco más accesible tener los libros en digital”, no obstante, en este tipo de publicaciones, el trabajo está en crear públicos, “si queremos vender, al menos digitalmente, hay que crearse un público, hacer trabajo de redes, por ejemplo”.
Para cerrar la mesa, Trinidad Guerrero comentó que, en este carácter independiente, la forma en que ha sido integrado el catálogo de El Colegio de Sinaloa es a partir de la dictaminación que realiza el Consejo Directivo. El fondo editorial lo constituyen obras de difusión de la ciencia, historia, literatura, entre otros. En cuanto a los desafíos, también se enfrenta a cuestiones de presupuesto y de tirajes, “cada vez estamos viendo en estos nichos hacia dónde va dirigido el libro —un tiraje más corto— porque si no te quedas con él, no sólo es publicar sino ver cómo lo vas a difundir”, enfatizó.
Al final de la primera mesa se concluyó que los retos del mundo editorial son complejos, debido a que los gustos de los lectores van cambiando con el tiempo, al igual el efecto de la tecnología en esta industria.