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Crecimiento poblacional y económico del puerto de Mazatlán durante el siglo XIX

El Dr. Pedro Pablo Favela Astorga­ ­­­­­—candidato a doctor por El Colegio de Michoacán— fue el invitado en el ciclo Diálogos en El Colegio de Sinaloa el viernes 12 de marzo, para hablar sobre el Crecimiento económico y demográfico del puerto de Mazatlán durante el siglo XIX.

En un inicio, Pedro Pablo situó su investigación en el proceso que llevó a Mazatlán de ser un paraje costero con las condiciones naturales para ser un desembarcadero, a la gran urbe que es hoy —y que no se dio hasta después de la Independencia de México—. El Dr. Favela utilizó la palabra coyunturas para referirse a “estas situaciones que van a generar un cambio, un punto de transformación entre una cosa y la otra, entre un momento y otro”.

Durante su exposición estableció estas coyunturas que permitirían explicar las tendencias de crecimiento poblacional a través de los años, así como el aumento o la merma económica por medio de la recaudación hacendaria de las contribuciones aduanales del comercio exterior, según el régimen vigente fuera centralista o federalista.

Con lo anterior, el investigador marcó una periodicidad de hechos nacionales que influyeron en el estado de Sinaloa, entre ellos: la separación del Estado Interno de Occidente y el nacimiento del Estado de Sinaloa en 1831 durante la etapa federalista; la intervención del puerto de Mazatlán en la guerra contra Estados Unidos y durante la Intervención Francesa; así como el surgimiento de la Constitución Política de Sinaloa de 1852. Pedro Pablo destacó la importancia de una dimensión integradora de estos hechos históricos y así plantea “una periodicidad que rompa con lo convencional de la historia nacional para concretarlo a lo que es importante para el fenómeno económico y demográfico de Mazatlán”.

Posteriormente, mencionó los acontecimientos concretos de la historia de Mazatlán como la apertura del puerto en 1822; asimismo la instalación de la aduana en 1828, que remarcó como relevante por los movimientos migratorios que le siguieron debido a la formalización del comercio marítimo y con ello, el inicio de un auge económico.

También destacó la institución del Ayuntamiento en 1837 que dotaba al puerto de representatividad política. Y por último, la fiebre del oro en California que, aunque no es un hecho histórico mexicano, tuvo gran efecto en lo económico y demográfico a nivel internacional.

A través de gráficas —divididas entre los aspectos demográficos y fiscales— expuso, por un lado, el incremento de población vecina producto de oleadas de migración del sur de Sinaloa y de otros lugares, además de fluctuaciones altas de población que correspondían a gente únicamente de paso por las temporadas de comercio.

Por otro lado, en las contribuciones hacendarias, indicó que los aranceles tuvieron un papel notable ya que son un esbozo de la economía que se movilizaba en Mazatlán durante el siglo XIX, siendo los impuestos para el comercio exterior correspondientes a la tercera parte del valor real del objeto comercializado. De la misma manera, agregó que la plata se traficaba libre de impuesto de exportación, debido a que Mazatlán no tuvo Casa de Moneda, “los derechos de exportación por el bien sagrado de nuestra nación son mínimos, no porque no se haya traficado muchísima plata sino porque solamente se tasaba, se grababa un porcentaje mínimo de esa plata”.

El Dr. Pedro Pablo Favela comentó que los parámetros y las coyunturas —aduana, ayuntamiento y aranceles— solamente pueden ser construidos con el fin de compararlos con los crecimientos de otros puertos en condiciones similares. Por poner un ejemplo, el puerto más rentable hasta 1826 que correspondía a Acapulco, bajó sus ingresos por la aparición de los puertos de Mazatlán y de Guaymas.

Entre otros aspectos, señaló que respecto a los derechos aduanales, las transiciones de la etapa centralista a federalista entre 1825 hasta 1870, significó múltiples variaciones de altas y bajas; donde en la etapa centralista las recaudaciones permanecían bien sustentadas, en la federalista se reflejaban números bajos por múltiples problemas en las oficinas recaudatorias, y por aspectos externos como la epidemia de la cólera y la migración poblacional y de importaciones a San Francisco, California gracias a la fiebre del oro. Pedro Pablo agregó que, en el último periodo de López de Santa Anna, correspondiente al régimen centralista, hubo un restablecimiento de golpe en los índices de ingresos debido a la creación de figuras recaudatorias más firmes. Sin embargo, para 1860 señaló el desplome económico producto del colapso político de México por la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa.

De la misma forma mencionó como otro aspecto a considerar, la situación de 1869. Con la República restaurada en Sinaloa se desató una guerra de caudillos entre generales tales como Antonio Rosales o Ramón Corona —que ayudaron a derrotar a los franceses— y que hicieron de la aduana en Mazatlán su botín. A pesar de ello, aclaró, la población del puerto que rondaba los 13 000 habitantes con una fluctuación posible de 15 000 no disminuyó, y sugirió que esta particularidad permite indagar en esos momentos que aunque parecen críticos para la economía, no lo hacen para la demografía.

En sus conclusiones, el Dr. Pedro Pablo Favela señaló la importancia de establecer estos dos marcos históricos —demográfico y fiscal— ya que “pueden conjuntarse para hablar de tendencias de poblamiento y de crecimiento económico, que si bien no son uniformes ni son continuas, sí pueden llegar a ser coincidentes”. Ejercicio que aún se encuentra realizando para vislumbrar qué tanto crece la población frente a una economía estable y qué tanto se ve mermado el crecimiento poblacional cuando la economía no está en su mejor momento.

https://www.youtube.com/watch?v=V_Cm1nr_S2k

Pedro Pablo Favela Astorga

Narrador Sinaloense.

Originario de Culiacán, estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Fue becario del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Sinaloa (PECDAS) 2016-2017. Obtuvo la Primera Mención Honorífica en el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo 2015.

Sus cuentos han aparecido en las revistas Timonel, Aldea 21, y en las antologías Once navajas, narradores menores de treinta años (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2015), Laboratorio para Narradores (Palabras del Humaya, 2017), Álbum Negro, narrativa sinaloense de ficción (ISIC, 2018), Lados B, narrativa de alto riesgo (Nitro/Press, 2018) y Sin mayoría de edad (UNAM, 2019).