24 de febrero de 2025.
Con los comentarios del escritor sinaloense y miembro de este organismo colegiado, Élmer Mendoza, El Colegio de Sinaloa —en coordinación con el Seminario de Cultura Mexicana, corresponsalía Los Mochis y con la colaboración de Carlos Morales— llevó a cabo la presentación del libro Alma fría, en presencia de su autora Karina Castillo. La actividad se realizó el jueves 20 de febrero, en el Centro de Vinculación y Desarrollo Regional-IPN de la ciudad de Los Mochis.
Alma fría, obra editada por el Instituto Politécnico Nacional, es producto del taller «Escribir en tiempos de pandemia», impartido por Élmer Mendoza en 2022. En esta novela, Karina Castillo construye un mundo en el que la violencia, las adicciones y las obsesiones son el ethos de cada personaje; la belleza es toxicidad que enaltece la misoginia y las relaciones no son más que una transacción de negocios.
Respecto a la trama de la novela, Élmer Mendoza comentó que es una narrativa muy fuerte, con un elemento sorpresa sumamente necesario en el género negro, sin embargo, evitó ahondar en la historia narrada, pues su propósito no era arruinar la lectura, sino iniciar un diálogo con el creador literario. “El derecho de un lector, sobre todo de novela negra y policiaca, es descubrir paso a paso lo que cada autor está contando”, aseguró.
Por su parte, Karina Castillo compartió que la escritura de Alma fría fue un proceso largo, de más de un año, en el que tuvo que despertarse por la madrugada para avanzar con la historia hasta terminarla. Agregó que esta obra representó un reto para ella, pues hablar de violencia en el contexto actual, siendo mujer, con personajes tan crudos e incómodos, no es una tarea sencilla.
Añadió que la noche es un elemento muy presente en la novela, ya que se ambienta en Mazatlán, una ciudad que no duerme. “Alma fría es un retrato de la vida nocturna del puerto, del carnaval. Incluso los personajes edifican un centro nocturno en el que convergen sus perversidades”, comentó.
Posteriormente, se estableció un diálogo entre ambos. Élmer Mendoza señaló que la forma del lenguaje es esencial para la construcción de una novela negra y cuestionó a la autora respecto a su proceso de selección de palabras. Karina Castillo respondió que todos los nombres y apodos tenían la intención de recoger el contexto coloquial de los hablantes y hacerlos más reales. “Cuando hablamos de los malandros, cuando le decimos cuicos a los policías, no pretendo ofender, sino representar. El lenguaje que tienen estos personajes y el uso de los sobrenombres manifiesta la forma de vida de este sector de la población”.
Para concluir con la presentación, Karina Castillo expresó su agradecimiento a Élmer Mendoza por ser un pilar para su formación como escritora. “Desde que lo conocí me inspiró a crear, todos los días le dedico un tiempo a la lectura y a la escritura y aunque nunca he podido dedicarme a una sola cosa —como tanto me lo ha recomendado Élmer— he aprendido a ser paciente, a tener calma y seguir trabajando duro”, expresó.